Pablo Pastén/Relación cuenca – ciudad: Mirando aguas arriba y aguas abajo por un desarrollo sustentable

800px-AndesSantiagoPor Pablo Pastén /Investigador principal y Alejandra Vega / Cluster Recursos Críticos

Los efectos devastadores de las corrientes de barro que afectaron a Copiapó, Chañaral y a sus alrededores nos recordaron dolorosamente la compleja conexión entre las ciudades y las cuencas donde se emplazan. Obtenemos de ellas agua, energía, alimentos, recursos minerales y espacio para vivir, y parece que las tratamos con indiferencia y desconocimiento.

Los procesos físicos, químicos y biológicos que ocurren en una cuenca se manifiestan a través de variadas interrelaciones y nexos, muchos de los cuales recién estamos empezando a descubrir y entender. La disponibilidad de agua segura y suficiente para la población urbana es un desafío que necesitamos enfrentar mirando aguas arriba y abajo: los eventos hidrometeorológicos y procesos biogeoquímicos que ocurren en la parte alta, determinan los riesgos y condiciones que afectan a las ciudades emplazadas en la parte baja.

La red de drenaje nos comunica con zonas de derretimiento de nieve, explotación minera, infiltración, cuerpos de agua, afloramientos hidrotermales, y también con otras ciudades. Cada una de estas zonas tiene una capacidad única y sitio-específica de alterar el balance hídrico y la calidad del agua. En consecuencia, la sustentabilidad y diseño de la infraestructura sanitaria de abastecimiento, conducción y tratamiento de agua para las ciudades del futuro, debe ser pensada en el contexto biogeográfico de su cuenca, identificando las interrelaciones críticas hacia aguas arriba y hacia aguas abajo.

¿Qué pasa con las ciudades que ya tenemos? Hay preguntas operativas y de fondo: ¿Cuánto conocemos nuestras cuencas? ¿Qué factores clave controlan la calidad y cantidad de agua en mi cuenca? ¿Qué amenazas tenemos aguas arriba y generamos hacia aguas abajo? ¿Cómo protegeremos las fuentes de agua de mi cuenca? ¿Qué tecnologías hídricas imponen menos carga sobre los otros recursos? ¿Cuáles son los factores de riesgo para la integridad y continuidad operativa de la infraestructura sanitaria? ¿Cuánto crecimiento y presión soportan los sistemas hídricos en mi cuenca? ¿Cómo comunicamos esta complejidad a la ciudadanía y a los tomadores de decisión?

Para responder a estos desafíos parece ser necesario desarrollar conocimientos y tecnologías locales, y en forma coordinada buscar caminos para mejorar la gobernanza e involucramiento ciudadano.