Jarrett Walker: “No debemos aceptar que alguien tenga que pasar 90 minutos en el transporte”

19 de noviembre de 2019. En medio del fuerte movimiento social que se vive en Chile, iniciado justamente a partir de un alza en la tarifa del transporte, la semana pasada nos visitó Jarrett Walker, experto en planificación y diseño de sistemas de transporte público. Entre distintas actividades y encuentros, dio en Concepción y Santiago una charla titulada “Planificar para el acceso a la ciudad. Planificar para la libertad”.

Walker es doctor de la Universidad de Stanford y ha asesorado a ciudades de distintos tamaños en Estados Unidos, Europa, Australia y Nueva Zelanda en la elaboración o mejora de sus planes de transporte. Su charla comenzó detallando su experiencia en Dublin (Irlanda) donde estructuró su trabajo de rediseño en torno a la siguiente pregunta ¿A qué lugares pueden llegar las personas en 45 minutos viajando en trasporte público?

La optimización del sistema de transporte debe procurar mejorar el acceso a la mayor cantidad de servicios y centros de trabajo. La planificación debe contemplar entonces maximizar las posibilidades de las personas. Y para ello son clave: el diseño de los recorridos, la frecuencia y la intermodalidad. 

Por ejemplo, señaló que en Chile en el diseño de Transantiago se optó por buses más grandes, que en sí mismo no tienen nada de malo, pero detalló, esta mayor capacidad de los vehículos terminó sacrificando la frecuencia. Esto deteriora el nivel de servicio que reciben los usuarios porque lo importante no es solo que exista el acceso, sino que el servicio sea oportuno. 

El experto en planificación, hizo hincapié en que el transporte se necesita en un espacio determinado. Para esto es necesario optimizar el acceso de las personas a la ciudad, pero ello no se da solo mejorando el sistema de transporte, sino también instalando los servicios cerca de donde las personas residen. Y para ello es necesario resistir la tentación de buscar suelo barato para poner residencias y servicios en las zonas periféricas de la ciudad.  

Al respecto, Jarret también señaló, que es muy difícil tener un buen sistema de transporte, si la ciudad se expande de manera indiscriminada. Por ello el transporte se debe planificar en simultáneo con el uso del suelo.  

Ante la pregunta de por qué en Dublin se pusieron un umbral de 45 minutos, Jarret señaló que se ha observado que las ciudades históricamente dejaban de crecer cuando el tiempo de desplazamiento de las personas llegaba a este nivel. Sin embargo, muchas ciudades actualmente exceden por mucho estos 45 minutos. Y si bien no señaló un estándar acerca del tiempo “óptimo” que debiera tomar el transporte en una ciudad, afirmó que: “No debemos aceptar que alguien tenga que pasar 90 minutos en el transporte”.