Francisco de la Barrera/Cerro Chepe: Paisajismo en el enclave urbano

Diario El Sur / 17 de Febrero / Por Francisco de la Barrera, ecólogo e investigador Cedeus.

Ante los incendios forestales ocurridos en el Biobío y en Chile, es necesario replantear el valor del paisaje y de la biodiversidad en nuestros territorios. El skyline o silueta urbana es un sello distintivo de muchas ciudades del mundo, donde destacan rascacielos y obras arquitectónicas, como por ejemplo la torre Eifel en Paris. En nuestras ciudades también las montañas son parte de las postales típicas, como la cordillera de los Andes y algunos volcanes y cerros.

En lo local, Concepción tiene al cerro Chepe como un hito central. Iluminado en su parte más elevada, destaca como isla entre el río Biobío, y la ciudad que ha crecido a sus pies. Es, a su vez, vecino de la ciudad de los muertos, como se denomina metafóricamente al cementerio, mientras es contrastantemente un símbolo verde y rebelde de una naturaleza que, pese a su degradación, permanece. El Chepe es clave para la movilidad urbana al albergar en sus entrañas un tramo de la línea férrea y contemplar la incisión y los muros de la autopista que corre al borde del río.
No obstante la resistencia de la vegetación que sobrevive en sus laderas, el deterioro del cerro es evidente y lamentable, y requiere de una intervención urbana audaz, capaz de devolver el cerro a la comunidad penquista, y que restaure la vegetación natural que en un pasado reciente tuvo.

“De hacerse se va a hacer” dice una canción de Los Tres. Las voluntades de múltiples actores coinciden en esta necesidad e incluso existen ideas y proyectos avanzados sobre como intervenirlo. Sobran justificativos para hacer una intervención en el cerro que lo reimpulse como un espacio urbano-natural valioso: tiene importancia natural en su característica de cerro isla del delta del río Biobío, tiene valor histórico como punto estratégico en contiendas armadas, y representa una oportunidad inmejorable para convertirse en un parque urbano articulador, que permita transitar a pie o en bicicleta entre el río, el cementerio y los barrios de la costanera y el centro de la ciudad, superando las actualmente infranqueables barreras de las líneas férreas y las grandes avenidas.
Es un hecho, se va a hacer el parque, porque ya existe el lugar, las voluntades y una historia natural y social que no perderá. Llegarán los recursos para lograr su mejora sustantiva. Una vez esté inaugurado como parque, será un placer ver, desde lejos, un skyline urbano enriquecido, y visitar el mirador del cerro para disfrutar, como dice la canción: “silencio en las bancas, las formas trabajan, abiertas las pupilas, un cielo que remata”.

Fuente: Diario El Sur .



Francisco de la Barrera/Cerro Chepe: Paisajismo en el enclave urbano

Diario El Sur / 17 de Febrero / Por Francisco de la Barrera, ecólogo e investigador Cedeus.

Ante los incendios forestales ocurridos en el Biobío y en Chile, es necesario replantear el valor del paisaje y de la biodiversidad en nuestros territorios. El skyline o silueta urbana es un sello distintivo de muchas ciudades del mundo, donde destacan rascacielos y obras arquitectónicas, como por ejemplo la torre Eifel en Paris. En nuestras ciudades también las montañas son parte de las postales típicas, como la cordillera de los Andes y algunos volcanes y cerros.

En lo local, Concepción tiene al cerro Chepe como un hito central. Iluminado en su parte más elevada, destaca como isla entre el río Biobío, y la ciudad que ha crecido a sus pies. Es, a su vez, vecino de la ciudad de los muertos, como se denomina metafóricamente al cementerio, mientras es contrastantemente un símbolo verde y rebelde de una naturaleza que, pese a su degradación, permanece. El Chepe es clave para la movilidad urbana al albergar en sus entrañas un tramo de la línea férrea y contemplar la incisión y los muros de la autopista que corre al borde del río.
No obstante la resistencia de la vegetación que sobrevive en sus laderas, el deterioro del cerro es evidente y lamentable, y requiere de una intervención urbana audaz, capaz de devolver el cerro a la comunidad penquista, y que restaure la vegetación natural que en un pasado reciente tuvo.

“De hacerse se va a hacer” dice una canción de Los Tres. Las voluntades de múltiples actores coinciden en esta necesidad e incluso existen ideas y proyectos avanzados sobre como intervenirlo. Sobran justificativos para hacer una intervención en el cerro que lo reimpulse como un espacio urbano-natural valioso: tiene importancia natural en su característica de cerro isla del delta del río Biobío, tiene valor histórico como punto estratégico en contiendas armadas, y representa una oportunidad inmejorable para convertirse en un parque urbano articulador, que permita transitar a pie o en bicicleta entre el río, el cementerio y los barrios de la costanera y el centro de la ciudad, superando las actualmente infranqueables barreras de las líneas férreas y las grandes avenidas.
Es un hecho, se va a hacer el parque, porque ya existe el lugar, las voluntades y una historia natural y social que no perderá. Llegarán los recursos para lograr su mejora sustantiva. Una vez esté inaugurado como parque, será un placer ver, desde lejos, un skyline urbano enriquecido, y visitar el mirador del cerro para disfrutar, como dice la canción: “silencio en las bancas, las formas trabajan, abiertas las pupilas, un cielo que remata”.

Fuente: Diario El Sur .