05 Sep Sustentabilidad económica en ciudades chilenas ante crisis internacionales
A fines de agosto, el investigador de CEDEUS, Antonio Daher, asistió al Encuentro Nacional de Gobiernos Locales: Ciudades, desarrollo urbano, descentralización y sostenibilidad. En la actividad, presentó su investigación «Sustentabilidad socioeconómica de ciudades chilenas ante las crisis internacionales». Se trata de un trabajo que busca verificar y explicar la vulnerabilidad y resiliencia de 6 ciudades chilenas ante las crisis internacionales (Copiapó, La Serena-Coquimbo, Gran Santiago, Gran Concepción, Temuco y Valdivia) en las crisis económicas de 1975, 1982, 1997 y 2008. El análisis –hecho a partir de datos del Banco Central, INE, Subdere y CIE– está en una primera etapa y pretende evaluar la sustentabilidad económica y social de estas ciudades. Todo, en el contexto de un modelo de desarrollo de economía abierta y globalizada, impulsada por el sector exportador de recursos naturales y commodities.
Para eso, Antonio Daher analizó las crisis a través de ciertos indicadores, como las variaciones del PIB regional; las variaciones regionales, sectoriales y urbanas en el empleo; las variaciones en las exportaciones regionales (monto, canasta, mercados); y las variaciones en la inversión externa directa (IED) regional y sectorial. Como conclusiones preliminares, explica, los resultados han arrojado que las ciudades y regiones presentan distinta vulnerabilidad, resiliencia y sustentabilidad económica, social y laboral frente a las crisis; que las economías regionales no constituyen realidades autónomas, pero la economía nacional puede resultar más o menos determinada por algunas de ellas. En especial, por las regiones-commodities; que Santiago no es Chile, pero sí medio Chile: a pesar de su mayor escala y diversificación económica es la región más vulnerable, con las recesiones más profundas, y con los indicadores económicos y laborales más críticos. Presenta, sin embargo, una significativa resiliencia postcrisis.
Por otra parte, Santiago se orienta y está más expuesta al Mercosur, mientras que el resto de Chile está expuesto a Asia y Europa. Por lo tanto, todas las ciudades son sensibles a las crisis, pero con distintos epicentros geográficos. Además, Santiago es una capital subglobal, subcontinental, mientras que las demás ciudades-commodities están totalmente globalizadas. Por ende, las políticas públicas de prevención y mitigación de crisis no pueden ser territorialmente homogéneas o neutrales, puesto que resultarían inequitativas e ineficaces. “Toda homogeneidad es una simplificación irreal y cualquier neutralidad puede ser profundamente discriminatoria”, concluye.