17 Abr Escolares estudiarán las aves urbanas
Santiago registra cerca de 30 especies de aves, que habitan en parques y plazas de la ciudad: desde zorzales, tórtolas y chincoles entre las nativas, hasta palomas, cotorras argentinas, codornices y gorriones entre las exóticas. Se trata de un número importante, además de que muchas de ellas son únicas en la zona, como la turca y el tapaculo, lo que hace que Chile central, donde se emplaza la capital chilena sea reconocida mundialmente como un área de importancia global para la conservación de la biodiversidad. ¿Cómo se puede transmitir ese conocimiento a los niños?
Eso fue lo que se preguntó un grupo de investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, del CEDEUS, IEB y de la Fundación Senda Darwin y que trabajarán en el proyecto “Aves urbanas, haciendo ecología en medio de la ciudad”, financiado por Explora-Conicyt. “El proyecto busca fomentar el conocimiento y la valoración en los niños de educación básica sobre la diversidad de aves que habitan Santiago, así como conocer su historia natural, ecología, hábitat y sus principales amenazas en un ambiente urbano”, cuenta la bióloga María Ignacia Undurraga, directora alterna del proyecto.
Juan Luis Celis, investigador de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y de CEDEUS, agrega que es importante que los niños aprendan cómo ellos mismos pueden ayudar a cuidar la biodiversidad de la ciudad. “La vegetación de los parques constituye un hábitat para las aves, ya que provee sitios de refugio para dormir o esconderse de los depredadores, sitios de reproducción para que hagan sus nidos y sitios de alimentación ya que hay muchos insectos en el follaje de los árboles o arbustos, además de sus frutos y las semillas”, añade. “Las aves se mueven por la ciudad a través de las áreas verdes, por lo que debiese haber un diseño entre ellas, o acortar la distancia entre parques para que puedan circular libremente por la ciudad. Es relevante que eso se incorpore en la mirada de los estudiantes, que son quienes seguirán construyendo y planificando la ciudad en un futuro”.
Específicamente, este trabajo se realizará en cinco colegios distintos a través de charlas en los cursos de quinto básico, instalación de comederos, árboles nativos y sitios de nidificación dispuestos en los patios de las escuelas, haciendo ciencia en el mismo lugar, además de visitar la Reserva Nacional de Río Clarillo, administrada por CONAF, para observar las aves en su ambiente natural.