04 Nov Bici-bus: innovación para viajar en Santiago
La “intermodalidad” significa potenciar las interacciones entre distintos modos, privilegiando la caminata para viajes cortos, la bicicleta para viajes de 1-5 km, y su integración con el transporte público para viajes mayores. Así, las personas que lo desean pueden viajar directo de su casa a las rutas con servicios más frecuentes, ahorrándose tiempo y beneficiando su salud. Al mismo tiempo aportan a una ciudad más limpia y amistosa. Un instrumento clave —común en los sistemas de buses en Canadá y Estados Unidos —son los portabicicletas en los buses. Ofrecen una opción de viaje adicional, dentro y fuera de la ciudad, mejorando la calidad de vida de las personas sin que tengan que tener un automóvil.
En este sentido, en agosto y septiembre, el Laboratorio de Cambio Social, una colaboración entre Ciudad Viva, el Departamento de Ingeniería de Transporte y Logística UC y el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, organizó dos experiencias con el sistema de portabicicleta, en un bus de la empresa Vule, de Transantiago. Participaron ciclistas de todo tipo, sexo y edad; conductores; usuarios de los buses y otras personas interesadas. La empresa INOTEC aportó el portabicicletas, modelo ya ampliamente testeado y usado en prácticamente todos los sistemas de transporte público en Canadá y Estados Unidos.
El propósito fue avanzar un paso más, probando el sistema en un lugar seguro —un estacionamiento del campus San Joaquín de la UC— midiendo los tiempos y el esfuerzo necesario para usar el equipo. Así, vamos estableciendo la factibilidad técnica de implementar este sistema en los buses del Transantiago, para que puedan mejorar la conectividad de sus usuarios, permitiéndoles la opción de completar distintos tramos de sus viajes en bicicletas.
Una abuela, por ejemplo, comentó que así podría llevar su nieto a andar en bicicleta en el Parque O’Higgins, aunque no sea capaz de pedalear toda la distancia entre la casa y ese destino. Este sistema sirve también a estudiantes y otros que tengan largos viajes para llegar al transporte público, largas esperas para que llegue un bus o una larga trayectoria desde el paradero hasta su destino final. Para los oficinistas y las mujeres, ofrece la posibilidad de integrar una importante actividad física en su día, en un tiempo de viaje razonable.
Combinada con otras medidas, como guarderías de mediano y largo tiempo en puntos intermodales con el transporte dentro y fuera de la ciudad, este elemento simplifica la vida y permite vivir sin tener un costoso automóvil. Permite trasladarse en bicicleta, incluso cuando se viaja una distancia considerable, ayudando así a descongestionar.
Ningún modo por si solo puede resolver todas las necesidades de las personas. La intermodalidad indica que lo importante es poder moverse por toda la ciudad, cambiando entre modos fluidamente, según el largo del viaje y las posibilidades de la persona que viaja.
Andrea Cortínez, magíster en Salud Pública y encargada de Cicloinclusión, Transporte activo y Salud del Laboratorio de Cambio Social, destaca que lo importante es aprender sobre las ventajas que conlleva la utilización de los portabicicletas, para que sea una alternativa real para el transporte diario. Agrega que analizar con una metodología de participación ciudadana todo el proceso de este nuevo sistema de integración modal permite probar el sistema de forma que responde adecuadamente a las posibles usuarias y usuarios, mejorando su implementación desde el inicio.
Este proceso involucra diversas etapas de prueba con diálogo ciudadano. Las personas que quieran utilizar el portabicicleta pueden vivir la experiencia en carne propia. Eduardo Urrea, del grupo de usuarios STPMET, señaló: «No es un sistema difícil de manejar, es bastante didáctico, amigable con el usuario. Requiere de un cambio cultural, porque claramente los conductores van a saber llevar los rack, pero el cambio también tiene que venir por parte de los automovilistas».
Esta investigación interdisciplinaria fue liderada durante dos semestres por una estudiante de Construcción Civil, Tamara Urzúa, y un grupo de estudiantes del curso ICT3543, Planificación del Transporte Sustentable, Ciudadanía y Ciudad, con el apoyo del programa UC Propone y la Oficina de Sustentabilidad UC.
También aportó muy activamente el operador de Transantiago Buses Vule. Su subgerente de Operaciones, Roberto Barros, destacó la necesidad de implementar nuevas formas de transporte que ayuden a disminuir los altos índices de congestión vial en Santiago. “Nosotros como empresa siempre estamos dispuesto a los cambios y por eso estamos apoyando este plan piloto. Los cambios culturales son súper lentos, pero alguna vez hay que empezarlo”, afirmó. Agregó que esto es compatible con otras medidas, como desincentivar el uso del automóvil a través de la tarificación vial y la eliminación de los estacionamientos en el centro de la Región Metropolitana.
Después de participar en estas jornadas, José Navarro, entrenador y conductor de SuBus , concluyó: “Es una muy buena idea, me sorprendieron los tiempos. Yo que no había visto nunca el sistema, me demoré unos 30 segundos. Muy bien, por todos lados es bueno, además nosotros tenemos que tener la voluntad al cambio. Estamos trabajando en una ciudad altamente poblada, con un público estresado, entonces tenemos que ser más amigables en nuestro trabajo y proyectos así ayudan a esto”.
Video: https://vimeo.com/141057994