06 Nov CEDEUS, junto a la UC, presenta un diagnóstico medioambiental de la Región de Atacama
Información periodística: Nicole Saffie / Vicerrectoría de Comunicaciones UC
“Conmovidos por el dolor –que causaron los aluviones del 24 y 25 de marzo pasados– prontamente nos acercamos a las autoridades locales para expresarles nuestro deseo de ponernos a su disposición para colaborar, con mucha humildad, en la titánica tarea de la reconstrucción”, expresó el rector Ignacio Sánchez el pasado martes 3 de noviembre durante la firma del convenio de colaboración, en un plazo de dos años, entre la UC y la Intendencia Regional de Atacama.
La iniciativa, concretada en el Proyecto Chañaral UC, busca poner al servicio de la comunidad las investigaciones y experiencia de la universidad en los más diversos ámbitos: planificación territorial, salud pública, manejo de desastres, evaluación ambiental, apoyo sicológico, entre muchos otros, a lo que se suma la Biblioteca Escolar Futuro para entregarles un espacio de lectura a los niños y familias, y un proyecto de viviendas ecosustentables.
El intendente de Atacama, Miguel Vargas, destacó: “Es importante establecer redes de colaboración tanto al interior de la Región como con instituciones y entidades académicas como la Universidad Católica, que nos permitan ser mucho más precisos en las decisiones, basándonos en la información que nos aportan. Este convenio con la Universidad Católica es muy importante por cuanto se centra en ámbitos muy precisos, sobre todo en un ámbito tan sensible para la comuna de Chañaral como lo es el medio ambiental”.
Por su parte, el alcalde de Chañaral, Héctor Volta, agradeció el apoyo de la UC en la Región. “Esta firma de convenio nos llena de satisfacción, estamos muy agradecidos de lo que la Universidad Católica está haciendo por Chañaral, desde un principio, porque la UC llegó cuando estábamos con todo el barro. En los momentos más críticos, la universidad estaba aquí”.
“El aporte de todo este trabajo tiene que ver con nuestra misión de universidad con un marcado compromiso público, que desde la docencia, el conocimiento, la investigación y desde lo que hacemos, podemos transferir a la sociedad nuestro conocimiento. Chañaral nos conecta directamente con la comunidad, con sus necesidades y problemáticas. Es un ejemplo de cómo una región y una universidad trabajan de forma muy conjunta para resolver los problemas de las personas y que tiene un efecto muy positivo”, concluyó el rector.
Situación medioambiental
En el marco de este convenio, se presentó el diagnóstico preliminar «Adaptación ambiental y salud pública post aluvión: Chañaral y Atacama», un informe que reúne estudios de distintos equipos de la universidad que están investigando sobre la situación medioambiental de la zona más afectada.
Para ello, el equipo del cluster Recursos Críticos del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS), liderado por el investigador principal Pablo Pastén, examinó los lodos en zonas afectadas por el aluvión en Copiapó y Chañaral, los que, según los resultados obtenidos, no superan los límites de intervención de plazo intermedio definidos por el Ministerio de Salud. Sin embargo, algunas muestras de polvo y suelos muestran concentraciones de arsénico, cobre, mercurio, plomo y zinc sobre los valores de referencia internacionales de largo plazo.
Por otra parte, en el mismo documento, el Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales (CIGIDEN), afirma que los aluviones se produjeron debido a un evento de precipitación excepcional, tanto por la cantidad de agua caída (80 mm de agua caída sobre la parte alta de la cuenca del río Salado), como por la fecha en que ocurrió.
El Departamento de Salud Pública analizó muestras de orina y polvo en Chañaral, las que presentaron niveles bajos de arsénico, cobre y plomo, menores a los medidos previamente. Esto podría deberse a que los lodos conformados por la mezcla de residuos y aguas desde la cordillera habrían generado un “efecto de lavado” sobre la ciudad.
Finalmente, el estudio de la Facultad de Ciencias Biológicas determinó preliminarmente que las aguas de la bahía de Chañaral muestra niveles de cobre mayores a los reportados antes de los aluviones; mientras que el cobre total disuelto en el agua de la caleta de Pan de Azúcar son bajos y similares a los registrados anteriormente, y no representan riesgo de toxicidad para los organismos marinos.
Desde este link puede descargarse el Informe Chañaral «Adaptación ambiental y salud pública post aluvión: Chañaral y Atacama»: Informe Chañaral