13 Dic Francisco de la Barrera/»¿Dónde iremos en bicicleta sin humedales?»
Publicado en diario El Sur
Concepción ha optado decididamente por contar con ciclovías que permitan conectar distintos sectores de la ciudad. Gran debate se ha generado por su construcción y por la alteración de los nuevos espacios destinados a ciclovías. Sin embargo, poca atención se ha puesto en los puntos que conecta la vía, qué espacios estarán ahora más accesibles gracias la posibilidad de llegar a ellos en bicicleta.
Así, se intenta quijotescamente, disminuir la hegemonía del tránsito en vehículos motorizados para acceder a lugares de interés, sean lugares de trabajo o estudio, malls o parques urbanos. Sin duda se han logrado grandes victorias. Los parques adquieren valor y presencia, al igual que las ciclovías. Ambos ganan protagonismo en el territorio. Los ciudadanos y sus autoridades lo han logrado. Lamentablemente no ocurre lo mismo con los humedales.
Antiguamente, donde hoy está Concepción, dominaban lagunas, humedales y esteros, es decir, agua en superficie que, tal como las actuales y/o soñadas ciclovías, estaban conectadas entre sí. ¿Nos conformaremos a futuro con tener ciclovías que sólo conecten espacios de trabajo/estudio/compras, o queremos que nos lleven hacia los escasos reductos remanentes de vida silvestre?
Hoy, así como en el pasado, se eliminan a vista y paciencia de muchos, los últimos humedales inmersos en la ciudad. Son conflictos vivos y dolorosos, cada vez más desconectados, cada vez más restringidos y aún menos accesibles. Paicaví es el foco de atención hoy, otros humedales lo han sido antes, y distintos humedales urbanos lo serán a corto plazo. Es hora de pensar en el futuro que queremos, qué queremos conservar de nuestro territorio y de nuestros paisajes. Declarar que no estamos dispuestos a tranzar y pensar en los espacios que dejaremos como legado a nuestros hijos, sobrinos y nietos. La ciudad que vivimos hoy es lo que soñaron los que antes la habitaron.
Cuando esos niños, familiares nuestros, en un futuro salgan en sus bicicletas por las ciclovías que los viejos del pasado con tanto esfuerzo construyeron, ¿dónde irán? ¿Será posible que los sábados por la mañana puedan salir con sus amigos a visitar los antiguos y bien conservados humedales de la ciudad, podrán apreciar las aves y plantas típicamente de Concepción, y recordar a sus visionarios y valientes familiares que pensaron en ellos, y protegieron esos valiosos espacios naturales.