Infraestructura para la personas, no para los autos

En este panel se discutió acerca del impacto de los megaproyectos en la equidad de las ciudades, poniendo el énfasis en cuál es el real aporte de las inversiones viales a la vida de la mayoría de sus habitantes.

Esta instancia contó con la presentación de Robin Chase, co-fundadora de ZipCar y la participación de David Adelman, Vicepresidente de VIA, Federico Gutiérrez, Alcalde de Medellín, Juan José Méndez, Secretario de Transporte de Buenos Aires. Desde Chile asistieron los académicos de la UC; Juan Carlos Muñoz, Director CEDEUS y Lake Sagaris, investigadora del mismo centro e impulsora del Laboratorio de Cambio Social.

En su intervención la doctora en urbanismo Lake Sagaris señaló que ¿cómo considerar las necesidades de las mujeres a la hora de planificar el transporte? “es una pregunta de vida y muerte de la sustentabilidad, sobre todo en América Latina, una de las regiones más inequitativas del mundo. Y el tema de género, que no es de una minoría sino de una mayoría, no es un error de efecto mariposa, sino un problema crucial”.

Especificó que casi la mitad de los viajes diarios en las ciudades no son al trabajo ni a la escuela, sino viajes de cuidado y es ahí donde las mujeres cumplen un rol fundamental que no es considerado a la hora de planificar la movilidad. Además, la investigadora destacó que “los bancos de desarrollo están financiando autopistas como si fuesen elementos de desarrollo y son todo lo contrario, porque la gran mayoría de los viajes son caminando, en bicicleta o transporte público y, sin embargo, se invierten miles de millones en una infraestructura que es excluyente y no solo daña la economía, sino que destroza vidas”.

El ingeniero en transporte, Juan Carlos Muñoz también abordó la construcción de vías exclusivas para automóviles: “No solo debe existir una visión acerca de lo que debería ser la ciudad, sino que también hay una urgencia asociada a los desafíos del cambio climático y lo poco sustentable que es la infraestructura planetaria. Y en este contexto, las autopistas urbanas evidentemente dejan de ser un aporte porque gatillan más congestión y generan ciudades más extensas, y por lo tanto fomentan que el desarrollo urbano sea mucho más basado en el automóvil”.

Precisó además que “el tema no es cuánto invertimos, sino la calidad de vida de las personas y cuál es el largo plazo que estamos construyendo”.



Infraestructura para la personas, no para los autos

En este panel se discutió acerca del impacto de los megaproyectos en la equidad de las ciudades, poniendo el énfasis en cuál es el real aporte de las inversiones viales a la vida de la mayoría de sus habitantes.

Esta instancia contó con la presentación de Robin Chase, co-fundadora de ZipCar y la participación de David Adelman, Vicepresidente de VIA, Federico Gutiérrez, Alcalde de Medellín, Juan José Méndez, Secretario de Transporte de Buenos Aires. Desde Chile asistieron los académicos de la UC; Juan Carlos Muñoz, Director CEDEUS y Lake Sagaris, investigadora del mismo centro e impulsora del Laboratorio de Cambio Social.

En su intervención la doctora en urbanismo Lake Sagaris señaló que ¿cómo considerar las necesidades de las mujeres a la hora de planificar el transporte? “es una pregunta de vida y muerte de la sustentabilidad, sobre todo en América Latina, una de las regiones más inequitativas del mundo. Y el tema de género, que no es de una minoría sino de una mayoría, no es un error de efecto mariposa, sino un problema crucial”.

Especificó que casi la mitad de los viajes diarios en las ciudades no son al trabajo ni a la escuela, sino viajes de cuidado y es ahí donde las mujeres cumplen un rol fundamental que no es considerado a la hora de planificar la movilidad. Además, la investigadora destacó que “los bancos de desarrollo están financiando autopistas como si fuesen elementos de desarrollo y son todo lo contrario, porque la gran mayoría de los viajes son caminando, en bicicleta o transporte público y, sin embargo, se invierten miles de millones en una infraestructura que es excluyente y no solo daña la economía, sino que destroza vidas”.

El ingeniero en transporte, Juan Carlos Muñoz también abordó la construcción de vías exclusivas para automóviles: “No solo debe existir una visión acerca de lo que debería ser la ciudad, sino que también hay una urgencia asociada a los desafíos del cambio climático y lo poco sustentable que es la infraestructura planetaria. Y en este contexto, las autopistas urbanas evidentemente dejan de ser un aporte porque gatillan más congestión y generan ciudades más extensas, y por lo tanto fomentan que el desarrollo urbano sea mucho más basado en el automóvil”.

Precisó además que “el tema no es cuánto invertimos, sino la calidad de vida de las personas y cuál es el largo plazo que estamos construyendo”.