03 Sep Niños y niñas en sus espacios cotidianos: Hacinamiento, poca privacidad y adultocentrismo
Septiembre 2020 / En la tercera jornada del Ciclo de conversación “Planificación Urbana con perspectiva de infancia” se presentaron las condiciones en que miles de niños y niñas viven en nuestro país: encerrados en sus hogares por la percepción de inseguridad externa, con hacinamiento y malas condiciones en sus hogares.
El jueves 3 de septiembre se realizó una nueva jornada del Ciclo de Conversación “Planificación Urbana con Perspectiva de Infancia: experiencias y desafíos”, donde Alejandra Rasse, profesora de la Escuela Trabajo Social UC e Investigadora CEDEUS junto a Olaya Grau, subdirectora de Investigación y Postgrado Escuela de Trabajo Social UC presentaron los resultados de un diagnóstico urbano y habitacional desde una perspectiva de la infancia realizado junto a niños y niñas de El Volcán III (Puente Alto) y Villa Parinacota (Quilicura), ambos de la Región Metropolitana.
La investigadora Alejandra Rasse, explicó que el diagnóstico consideró tanto el contexto urbano, como las características de habitabilidad de las viviendas.
En este sentido, se menciona como relevante el bajo confort térmico de las viviendas, la poca disponibilidad del espacio y del acceso a la privacidad, la conformación de espacios adultos céntricos y que las redes de cuidado son mayoritariamente redes de mujeres.
Conclusiones Principales
Entre los principales hallazgos se encontraron que:
- Las escasas dimensiones de las viviendas junto con la inseguridad del entorno exterior, ejercen presión y produce un desborde de espacios comunes. El living y comedor se utilizan para comer, estudiar, ver televisión, conversar, entre otras actividades.
- Hay una falta de privacidad para todos los integrantes de la familia: a veces las y los niños comparten habitación con un adulto, como tía, abuelas, incluso los padres. Además, como los baños son pequeños, no hay suficiente espacio de intimidad, por ejemplo, para vestir niños y niñas después de bañarlos.
- Los espacios son pensados por y para adultos, por lo que afecta a su desarrollo cognitivo, emocional e identitario. Por ejemplo, no cuentan con espacio suficiente para tener juguetes.
- El cuidado de niños y niñas recae principalmente en las mujeres, generalmente todas madres. Todos los demás roles que ejercen las mujeres se hacen con el pie forzado del cuidado de las y los niños.
- La autogestión del espacio común y colaboración entre vecinas y vecinos permite sacar del encierro en los departamentos a niños y niñas.
- La seguridad al interior del hogar es deficiente, lo que puede aumentar los accidentes.
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Recomendaciones
“Las escasas dimensiones de las viviendas conlleva a que los espacios sean compartidos para múltiples labores. Las habitaciones son compartidas entre adultos, niñas y niños, por lo que la privacidad es muy baja. Además, todos los cuidados recaen en las mujeres, donde los niños y niñas hacen prácticamente todo con ellas” señaló Alejandra Rasse
En tanto, Olaya Grau destacó que “es muy relevante profundizar en la participación infantil, porque de alguna manera, hay estudios y evidencia que nos indica que hay muchos avances al hacer participar a los niños, pues se pueden relevar aspectos y asuntos que los adultos no identifican”.
Grau también propone que para mejorar la habitabilidad de niñas y niños es recomendable mejorar la seguridad interior, el confort de las viviendas y elaborar políticas públicas con vecinas y vecinos.
Subjetividades de niños y niñas y adulto centrismo en las políticas públicas
Los comentarios del estudio estuvieron a cargo de Claudia Becerra, profesional del equipo nacional de Chile Crece Contigo y Camilo Morales Retamal, coordinador del Núcleo de Estudios Interdisciplinarios sobre Infancias de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile.
Para Camilo Morales es importante generar preguntas sobre las subjetividades de infancia y los contextos de comunidad, «qué condiciones existen, por ejemplo, para los derechos del juego. Qué efectos tiene la presencia permanente de un adulto, qué lugar tiene la importancia de la privacidad y la intimidad. Todas estas preguntas nos orientan para constatar que de alguna forma la desigualdad y la invisibilización de estas situaciones de vida, son formas de confinamiento».
«La pobreza infantil, la desigualdad habitacional y el hacinamiento son experiencias de ciudadanas y ciudadanos de nuestro país, donde el confinamiento ya estaba instalado”, señala Morales.
Finalmente Claudia Becerra, profesional del equipo nacional de Chile Crece Contigo, comentó que si se considerase a niños y adultos mayores en las políticas públicas, se podrían solucionar bastantes conflictos de habitabilidad que aquejan a la población.
También, advirtió que es importante la relación de las y los niños con sus cuidadores, familias y comunidad para poder dar mejor respuesta a su salud física y emocional.
La cuarta sesión del ciclo de Planificación Urbana con Perspectiva de Infancia contó con la participación de una intérprete de señas.
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