03 Ago Héctor Jorquera: «Las bajas precipitaciones pueden ser un efecto del cambio climático»
3 de agosto del 2021/ El Mercurio/ Héctor Jorquera, investigador CEDEUS y académico de la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica, se refirió a la escasez de precipitaciones durante el 2021. Debido a la publicación de un balance al respecto realizado por el Ministerio de Obras Públicas y la Dirección Meteorológica de Chile.
Para las generaciones más jóvenes, Chile podría parecer un país más bien seco y sin grandes diferencias entre las estaciones del año. Luego de 12 años de sequía extrema, los inviernos de lluvias torrenciales son un recuerdo que acumula casi tanto polvo como los paraguas y los impermeables de quienes viven en la zona central.
El último balance hídrico de Chile, entregado ayer por el Ministerio de Obras Públicas y la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), confirma la crisis: según los datos a julio, entre las regiones de Atacama y el Maule hay un déficit de lluvias que varía entre el 62% y el 80%, comparado con el promedio histórico 1981- 2010.
La acumulación de nieve en las zonas centro- norte y centro- sur también está en rojo, por encima del 85% e incluso llega al 100% en algunas estaciones de Coquimbo. Estos indicadores son peores a los de 2020 y 2019.
Los embalses, en tanto, acumulan 3645 hectómetros cúbicos de agua, apenas un 28% de su capacidad y sólo un 46% del volumen que habitualmente tenían en esta época. “Estos números, desgraciadamente, son bastantes inferiores a los que teníamos del año 2019 y 2020”, comentó el ministro Alfredo Moreno.
No obstante, el titular de Obras Públicas afirmó que no hay riesgo de desabastecimiento “gracias a las obras y las medidas que se han tomado, como en los casos de los embalses El Yeso en Santiago y Los Aromos en Valparaíso, y que se repiten en el resto de las ciudades, de forma que haya seguridad hídrica”.
MES RÉCORD
En la región Metropolitana, reveló Moreno, “si tomamos sólo el mes de julio, tuvimos 0,6 milímetros, cuando lo normal son 76mm. Con todo esto, este julio ha sido uno de los más secos de nuestra historia”.
Según la meteoróloga de la DMC Catalina Cortés, Santiago registró en julio una temperatura promedio de 19,3 ° C, “Casi 4 grados más de lo normal, transformándose en el mes más cálido en 72 años (desde que hay registro)”. Si no llueve este trimestre, advirtió, este invierno podría ser uno de los más cálidos y secos (…). En primer lugar, en temperatura máxima, y, en segundo lugar, respecto de la precipitación acumulada desde 1950.”
Para el investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable de la U. Católica, Héctor Jorquera, “lo que ocurre puede ser un efecto del cambio climático”. Hizo ver que la temperatura “se está volviendo un problema permanente, en especial en la zona centro”.
Coincide el climatólogo de la U. de Santiago Raúl Cordero: “Una de las consecuencias del cambio climático son las bajas precipitaciones(…) este invierno no hiperárido es la conformación de una tendencia de que tendremos años cada vez más cálidos”.
Diego Rivera, investigador de sustentabilidad de la U. del Desarrollo, apunta a que “esta es una voz de alerta, pero donde hay oportunidad para poder actuar con factores a considerar en cómo organizamos la ciudad y cómo la vivimos”.
¿Qué hacer? Según Jorquera, “hay que pensar en alternativas. una es la reutilización del agua, por ejemplo. Hoy, las viviendas usan la misma agua potable para regar el jardín, y ahí se podría pensar en usar aguas grises, que son las que se descartan para el consumo humano”.
Para el agroclimatólogo de la U. de Talca Patricio González, se requiere “un plan nacional para enfrentar el cambio climático y declarar emergencia climática en Chile, generando planes para cada región y sus realidades”.