13 Dic Plantar arboledas y descongestionar el cableado público: Las sugerencias de urbanistas para combatir las altas temperaturas
12 de diciembre de 2021/ Emol/ A raíz de las olas de calor registradas en las grandes ciudades del país, el investigador CEDEUS Giovanni Vecchio y otros expertos plantean una serie de recomendaciones que podrían ser aplicables en un corto y mediano plazo para contrarrestar el impacto del cambio climático.
De acuerdo con la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), el fin de semana pasado se registró una ola de calor en la zona central del país, situación que cada vez es más común y que pareciera no tener retorno, debido al cambio climático. Frente a esto, urbanistas y expertos plantean una serie de recomendaciones para contrarrestar las altas temperaturas, sobre todo en las ciudades más pobladas y con mayor ocupación de los espacios.
A lo largo de los años, diversos proyectos han surgido en torno a cómo reorganizar y aprovechar los espacios de las grandes ciudades de Chile, en específico de Santiago. Ideas como soterrar el cableado público y extender el Metro de Santiago en su totalidad son las más mencionadas. Sin embargo, expertos coinciden en que estas medidas son a largo plazo, y las zonas urbanas necesitan de acciones inmediatas.
En conversación con Emol, diversos expertos y urbanistas coinciden y aseguran que es primordial implementar a corto plazo mayores zonas o espacios verdes con árboles que consuman poca agua. «Las medidas que son más abordables tiene que ver con aumentar la presencia de árboles y las áreas verdes, lo cual permite hacer que baje la temperatura en ciertos sectores de la ciudad. De hecho, los lugares donde hay más calor y amplitud térmica más alta, son aquellos que tienen menos áreas verdes», detalla Giovanni Vecchio del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Universidad Católica e investigador de Cedeus.
Acorde con el experto, «la presencia de árboles que proyecten sombras permite bajar la temperatura superficial. Eso sería un elemento clave, porque sería más confortable caminar por las calles, sobre todo para grupos vulnerables como adultos mayores y niños, o quienes no tienen otras alternativas y que sufren más las consecuencias de las olas de calor». En esa misma línea, Isabel Matas, académica de la Universidad Mayor, arquitecta y máster en diseño urbano, coincide en que es de gran importancia generar sombra mediante áreas verdes. Sin embargo, recalca que no puede plantarse «cualquier tipo de vegetación, sino que sea propia del clima que hay en Santiago, con muy poco requerimiento hídrico». Acorde con la académica, «en la medida que tengamos más árboles, tanto en plazas como en calles, vamos a lograr bajar la temperatura perceptual y también real. Eso tiene un efecto doble, porque no sólo mitigan las olas de calor, sino que además generaría integración social».
En tanto, y según el ingeniero civil, urbanista y académico de la Universidad de Santiago, Gerardo Ureta, a lo anterior se suma que es de gran importancia «dejar de hacer plazas duras. Hoy día cada vez que se hace una plaza en Chile se ocupa cemento y eso va generando más calor en la sensación ambiente, porque el calor rebota en el suelo y el calor queda más en el ambiente».
Saturación del cableado público
Además de estar de acuerdo en la necesidad inmediata de plantar más arboledas en la ciudad, los expertos coinciden en que existe una saturación del cableado público en desuso, lo que causa un impacto negativo en la vegetación de las calles, pues los árboles deben ser cortados y podados si están cerca de algún poste.
«En las calles, es necesario introducir más árboles, pero también dejar que estos crezcan, porque se ven árboles de pequeño tamaño y poco espacio para las raíces, además los cables no ayudan a que sean más frondosos», plantea Vecchio.
De igual forma, la académica de la Universidad Mayor complementa esta idea asegurando que «la gran mayoría de lo que uno ve sobre nuestras cabezas, no tiene que ver con energía eléctrica, sino con telefonía, internet y cable. No está regulado, a nivel metropolitano y nivel de planificación, que tengan que sacar lo que ya no está en uso».
En ese sentido, Matas agrega que se trata de una situación compleja, ya que «la gran mayoría de lo que vemos es cable basura que no sirve. Se requiere de planificación urbana súper estricta y clara con respecto a que se obligue a las empresas privadas a retirar la basura tecnológica».
Con respecto a la posibilidad de reordenar el cableado público e implementarlo de manera subterránea, el urbanista Gerardo Ureta confirma que «es súper caro soterrar los cables, entonces las acciones que deben realizarse ahora y de forma inmediata dice relación con que todos los proyectos inmobiliarios nuevos deban incluir dentro de sus urbanizaciones el soterrado de los cables».
Sin embargo, el académico de la Universidad de Santiago asegura que aplicar esta medida en el centro de Santiago, «donde pasa cerca de un millón de personas al día es súper complicado, porque es muy caro. Probablemente se pueda implementar a través de un plan a muchos años y que las empresas de telecomunicaciones y eléctricas vayan de a poco soterrando sus cables una vez que los cambien».
«Hoy día, lo que sí se puede hacer es bajar la cantidad de cables que hay dando vuelta en los postes de la ciudad. Es mucho más fácil sacarlos que soterrarlos, porque hay un tema de mover tierra que es muy caro», puntualiza Ureta.
Construcciones más sustentables
Una medida que plantean los expertos para aplicar en un corto y mediano plazo, con el fin de proteger a la población de las altas temperaturas, es que las nuevas construcciones se realicen con materiales sustentables.
«Hay una serie de medidas para incentivar la construcción de edificios más sustentables. Se podrían generar edificios más cerrados, porque con las olas de calor y los cambios climáticos, si tú tienes un edificio de muro cortina, tienes que tener el aire acondicionado prendido 20 horas al día y durante varios meses al año, porque el edificio se calienta demasiado y eso es muy poco sustentable», plantea Matas.
Asimismo, la experta asegura que con una «buena orientación de departamentos» se podría generar «ventilación cruzada», al interior de los mismos edificios. «Hay un montón de estrategias que tienen que ver con la arquitectura como tal, que en el fondo podrían producir un beneficio global para bajar las temperaturas, pero también en beneficio a nivel de calidad de vida. Debe haber un incentivo para construir de forma sustentable», recalca.
En esa misma línea, Giovanni Vecchio subraya que «hay un tema con cómo se ha ido transformando la ciudad con las construcciones, y por ejemplo, la presencia de construcciones con materiales como hormigón no ayuda con las temperaturas altas».
Por ello, el experto propone que es necesario que las «nuevas construcciones puedan incorporar techos verdes y materiales más sustentables que reduzcan el impacto térmico de la vivienda, y también incorporar en las fachadas de las viviendas la presencia de árboles».
Incentivar el uso del transporte público y reorganizar el uso de las calles
Si bien los académicos coinciden en que extender el Metro de Santiago es una política efectiva para combatir la congestión en la Región Metropolitana y, por ende, las altas temperaturas, Vecchio y Matas aseguran que es una medida a largo plazo. En ese sentido, los expertos proponen que lo más inmediato y necesario es incentivar el uso del transporte público.
«Sería necesario incentivar las alternativas, es decir, promover el transporte público con mucha fuerza, ya que con la pandemia muchas personas lo han dejado. Además, incentivar el uso de las bicicletas y desincentivar el uso del auto para quienes vivan en las ciudades y tengan alternativas de movilidad», sostiene el académico de la Universidad Católica, Giovanni Vecchio.
Por ello, el experto propone la aplicación de «medidas de circulación alternas, formas de tarificación vial, es decir, pagar para entrar en determinados sectores de la ciudad».
De igual forma, para Matas el incentivar el uso del transporte público es clave al igual que las arboledas y la reorganización territorial. «Hay que reordenar las prioridades en todo el ancho de la calle, es decir, cuánto le damos a los peatones, cuánto le damos al transporte público y cuánto le damos al transporte privado», plantea la académica.
Bajo ese contexto, Matas asegura que «lo primero es ofrecer un transporte público de calidad, eficiente y puntual y, por mientras, seguir expandiendo el Metro lo más rápido que se pueda».
En relación a lo anterior, Gerardo Ureta señala que para contrarrestar las olas de calor y la falta de sombra hay que generar acciones rápidas y urgentes en materia de transporte, específicamente en los paraderos, pues «no puede ser que todavía sigamos con uno donde las personas no tengan dónde cubrirse del sol y la lluvia».
A su vez, detalla que «es importante no seguir saturando las grandes ciudades que tenemos en Chile. Por ejemplo, en Santiago vive el 45% de la población que reside en Chile y sigue creciendo. Se puede implementar el desarrollo empresarial, emprendimientos y las mismas oficinas pueden estar fuera de Santiago».
«Se debería buscar un equilibrio empresarial de distintas actividades en todo el territorio, ahí se acabarían varias discusiones sobre cómo mejoramos Santiago», asegura el académico de la Universidad de Santiago.
Finalmente, Vecchio recalca que «es fundamental ver que son transformaciones que tenemos que implementar para hacer frente a las olas de calor y cambio climático en general. Son implementaciones que requieren intervenciones de largo plazo, pero es necesario pensarlas porque es necesario adaptar a muchas ciudades al cambio climático».
«La solución de introducir mayores espacios de naturaleza a nuestra ciudad puede servir no sólo a las olas de calor, sino también en el tema de las inundaciones y mejor adaptación a la sequía. Entonces, es algo esencial», concluyó el experto.
FUENTE: EMOL