Katia Valenzuela Fuentes/ Construyendo conocimientos dialógicos desde los territorios

22 de diciembre 2021/ Katia Valenzuela Fuentes, investigadora CEDEUS, publicó esta columna en la que aborda la importancia del trabajo colaborativo para recuperar y visibilizar la memoria histórica de los territorios, ejemplificando el trabajo realizado por CEDEUS, junto al Centro Cultural Víctor Jara.

Como actividad de fin de año el Centro Cultural Víctor Jara de Boca Sur junto al Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) realizamos una jornada de trabajo en la sede vecinal 8-R de Boca Sur, donde convergieron múltiples acciones comunitarias. Mientras el comedor popular Claudio Benedito proveía de alimentos a vecina y vecinos de la población y voluntarias/os trabajaban en la huerta comunitaria, el patio de la icónica sede 8-R se llenaba de fotografías del territorio, ilustraciones que representaban la historia de Boca Sur, y mapas que sintetizaban la investigación que como centro realizamos en conjunto con quienes habitan esta población.

En los mapas se podían visualizar los desplazamientos de familias que fueron víctimas de erradicaciones forzadas durante la dictadura, así como las ideas de pobladoras y pobladores para el buen vivir en su territorio. Miradas que recogen un pasado que les permite cambiar el presente y anhelar un futuro, y que fueron registradas en el microdocumental ¿Qué es para ti Boca Sur?, registro audiovisual que incluye las voces y sentires de vecinas y vecinos de la población.

El trabajo colaborativo desarrollado en esta jornada es el corazón del proceso de investigación acción participativa impulsado por CEDEUS y organizaciones territoriales de Boca Sur, orientado a recuperar la memoria de esta histórica población y visibilizar sus procesos de lucha y organización comunitaria. Esta propuesta apunta a valorizar el conocimiento de los territorios y desarrollar otras formas de creación de conocimiento: una que supere las divisiones sujeto-objeto, investigador-investigado y sentir-pensar.
Ya desde los sesenta, Paulo Freire y Orlando Fals Borda invitaban a construir procesos dialógicos de producción de conocimiento, comprometidos con la transformación social. Continuar este legado implica abrirnos a la creación de conocimientos que consideren las propias experiencias comunitarias y territoriales, propiciando diálogos de saberes que interactúen con -y no menosprecien- las propuestas analíticas construidas por voces no provenientes del mundo académico. Este proceso Implica también el “situarnos” decididamente y comprometernos con la tan necesaria descolonización del saber.

Si algo nos ha enseñado la revuelta de octubre y la pandemia, es que frente a la legítima interpelación de movimientos y comunidades hacia las universidades, y lo que han denominado “extractivismo académico”, es urgente que la academia se posicione desde la humildad y se abra genuinamente a la co-construcción de conocimientos con los actores del territorio.

Fuente: Diario Concepción