Inauguran Mingaco en BAJ Biobío, la exposición que cuenta la historia de los pobladores de Boca Sur

8 de junio/ Como el resultado de un proceso de diálogo entre CEDEUS y Boca Sur, en donde tanto investigadores, profesionales, artistas y vecinos, pudieron crear un trabajo práctico, se presentó la exposición “Mingaco Comunitario: Boca Sur del barrio y la vida digna”.

La muestra que estará disponible en Balmaceda Arte Joven Biobío (BAJ Biobío) hasta el 23 de junio tiene un nombre bastante especial ya que “Mingaco” es un término que se refiere al trabajo colaborativo, solidario y de apoyo mutuo entre comunidades. Trabajo que comenzó durante 2020 entre el Laboratorio Urbano e investigadores de CEDEUS y varias agrupaciones de Boca Sur, como el Comedor Popular Claudio Benedito, el Centro Cultural Víctor Jara y la Junta de Vecinos 8R.

Carla Durán, profesional del programa Laboratorios Urbanos de CEDEUS cuenta que “con el equipo llevamos cerca de dos años trabajando en el sector, junto a las organizaciones de este territorio, en un proyecto de Investigación Acción Participativa. La misión es ir construyendo barrios dignos en lugares en donde las políticas públicas carecen de calidad, ya que la mayoría de las veces se habla de las personas vulnerables, pero no existe un diálogo real con ellas”.

Por lo mismo es que la representante del Laboratorio Urbano señala que el proyecto les permitió construir, con el apoyo y la confianza de los vecinos, un relato común en donde ellos se sienten parte y dueños de este. Agregando que, “nosotros contribuimos con nuestras capacidades y horas de trabajo, pero esto se complementó con los conocimientos del territorio, su historia y memoria”.

Construcción y aporte cultural

Esta exposición cuenta con videos, registros fotográficos y musicales que se elaboraron a través del levantamiento de información en la zona mediante la realización de entrevistas y conversaciones con los vecinos de Boca Sur.

Para Pablo Gaete, director de BAJ Biobío, este es “un proyecto muy potente, porque tanto el territorio como la comunidad son muy preciados para BAJ. Además, que la universidad se haya vinculado con los barrios y se rescate la memoria que estos sectores tienen de su propia historia es muy significativo y va en la línea de lo que como centro queremos hacer: mostrar el arte no sólo como un objeto que produzca satisfacción, sino que como un instrumento o herramienta que evidencie la memoria e identidad de las comunidades”.

Manuel Rivera (Marz), ilustrador que trabajó en el proyecto y vive en Boca Sur, explica que “es muy gratificante poder hacer un aporte a la visibilización de los conflictos de este territorio, pero también es importante para mí que se valore lo bueno de la zona y no sólo lo negativo”.

Una de las presentes en la inauguración de Mingaco Comunitario y trabajadora del Comedor Comunitario, Luciana Huenchuleo, manifestó su felicidad por la realización de esta exposición ya que “de alguna forma se está entregando información y conocimiento sobre Boca Sur, que es nuestra población. Sobre este sector siempre se habla mal, la mayoría de las veces se cuentan cosas feas, pero con este tipo de actividades se puede mostrar que también existe gente buena y cosas bonitas en nuestro barrio”.

Ilusión para otras poblaciones del país

“Es importante que todas las poblaciones de Chile encontremos ese relato común. Como Centro Cultural Víctor Jara creemos que la historia de Boca Sur no es sólo de Boca Sur, es de las poblaciones en Chile, entonces sacar esta experiencia podría implicar que otros sectores se sintieran invitados a reconstruir sus historias”, expone Daniela Guzmán Huenchuleo.

Daniela quien es vocera y dirigente del Centro Víctor Jara, añade que “uno de los objetivos de nuestra organización siempre ha sido reconstruir la memoria poblacional, ya que es una necesidad para nuestros niños y niñas y para nuestros adultos mayores. Entendemos que la nueva población se debe construir con plena conciencia de lo que nos pasó y para que podamos crear una comunidad sana, digna y próspera es importante sanar las heridas de lo vivido en la dictadura y con las erradicaciones forzosas y de esta forma, reconstruirnos”.

Finalmente, la investigadora responsable del proyecto de Investigación Acción Participativa y también integrante de CEDEUS, Katia Valenzuela, cuenta que esto es un ejemplo de todo lo que se puede hacer en el trabajo territorial, y que además les “gustaría generar conciencia y abrir caminos para que otras comunidades, grupos de investigadores o investigadoras, académicos y estudiantes vean que es posible construir conocimiento y contribuir a la comunidad en sí”.