Día Mundial del Peatón: Te invitamos a leer tres investigaciones sobre «Acceso y Movilidad»

17 de agosto/ En este día Mundial del Peatón, te invitamos a conocer sobre tres documentos de la línea de investigación “Acceso y Movilidad” de CEDEUS. 

Estudiar cómo el acceso de las personas a espacios y servicios en la ciudad impacta en su calidad de vida, además de cómo la movilidad y el espacio urbano se diseñan en función de sus necesidades y de una ciudad sustentable, es una de las cuatro líneas de investigación que tiene CEDEUS.

Por eso, en el Día Mundial del Peatón invitamos a la comunidad a conocer tres investigaciones que buscan generar conocimiento para una movilidad más sustentable en las ciudades y que abarque los distintos actores que la conforman. 

1. Las inequidades de la movilidad urbana: Brechas entre los grupos socioeconómicos en Santiago de Chile

Este documento aborda la distribución del uso del sistema de transporte, los recursos consumidos y los costos generados en relación a cinco grupos socioeconómicos (quintiles de ingreso por hogar) en la Región Metropolitana de Santiago.

Una de las conclusiones de la investigación es que  a medida que el ingreso crece, mayor es la proporción de viajes realizados en automóvil y menor es la proporción de desplazamientos en caminata. Así, el quintil más rico realiza cerca del 50% de sus viajes en automóvil y alrededor de 20% en caminata. De manera inversa, el quintil más pobre realiza cerca del 50% de sus trayectos en caminata y menos del 5% en automóvil.

Respecto a la proporcionalidad de los ingresos, los dos quintiles más bajos deben gastar más del 27% de estos para moverse exclusivamente en transporte público.

Durante 2010 y 2016, la inversión en transporte ha estado centrada principalmente en Metro y autopistas urbanas. La inversión fiscal en aspectos como caminata y bicicleta es de menos de un 3%, y la inversión en buses es comparativamente menor que la que recibe Metro, a pesar de que del total de viajes en transporte público, el 78% de ellos tiene al menos una etapa en buses.

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2. Calles completas: Experiencia internacional y aplicabilidad en Chile

Durante la última década se han diversificado los modos de transporte urbano en nuestro país, como lo muestra la masificación de la bicicleta en ciudades, la aparición de scooters eléctricos, monopatines o plataformas móviles de desplazamiento. 

Frente a esto, en 2018 se promulgó una modificación a la Ley del Tránsito, llamada Ley de Convivencia Vial, que apunta a reconocer la existencia de modos más vulnerables y a definir los roles de los distintos actores en la calle. Sin embargo, la implementación de las modificaciones no ha tenido los impactos esperados: una de las principales críticas es que no existe la infraestructura adecuada en las calles para cumplir con la ley de manera segura.

La estrategia de “Calles Completas” plantea que las calles deben ser acondicionadas para acoger de manera segura y cómoda las necesidades de todos sus usuarios y privilegiar los grupos y los modos de transporte más vulnerables. Asimismo, esta mirada considera que la función última de la calle no es solo servir para el transporte, sino también como espacio público para el encuentro de las personas. Para esto, se propone una reclasificación de calles que integra las ideas de movilidad y espacio público, para alcanzar un balance adecuado,  considerando las características y rol de cada vía.

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3. Transporte y adultos mayores: ¿A un «metro» de la equidad?

Gran parte de los habitantes de Santiago no cuentan con una estación de metro a la que puedan acceder caminando desde sus hogares, lo que les exige usar el sistema de buses, especialmente en comunas de menores ingresos. 

Esta situación se acentúa para las y los adultos mayores, quienes solo cuentan con el Beneficio Adulto Mayor (BAM) que garantiza una tarifa reducida para el metro, pero no incluye los buses del sistema RED. 

Como demuestra la investigación de CEDEUS en el barrio San Eugenio, en la comuna de Santiago, esta situación hace que los adultos mayores generen estrategias en sus viajes para evitar pagar tarifas mayores, como por ejemplo, tratan de no usar buses que los lleven directamente, donde el viaje sería más corto, sino que prefieren el bus vecinal gratuito o la estación de metro más cercana.

Actualmente, solo el 5,6% de los adultos mayores de Santiago tienen acceso peatonal a una estación de metro a 10 minutos. Los de menores ingresos, que son la mayoría en la capital, son los que tienen menores niveles de acceso peatonal a las estaciones de metro: solo un 3,6% del grupo socioeconómico D puede acceder caminando, es decir, la gran mayoría no vive a una distancia caminable de una estación. 

Finalmente, hoy en día, la red de metro de Santiago es accesible a pie para el 5,6% de los adultos mayores de la ciudad, la red proyectada a futuro permitirá que el 8% tenga acceso peatonal.

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