Rodrigo Mora y Juan Antonio Carrasco/ Día Nacional Sin Auto: La ruta pendiente hacia una movilidad segura y sustentable

29 de septiembre/ El Sur/ En contexto del Día Nacional Sin Auto, los investigadores de CEDEUS Rodrigo Mora y Juan Antonio Carrasco plantean las condiciones de la ciudad para utilizar otros medios de transporte a diario.

Desde 2018, el último viernes de septiembre se celebra el Día Nacional Sin Auto. Esta iniciativa busca promover el uso del transporte público, la caminata, la bicicleta y otros modos activos, con el objetivo reducir el uso del auto y visibilizar modos más sostenibles.

Sin embargo, moverse en bicicleta, en scooters o incluso caminando, nos obligan a pensar en la infraestructura que usamos para movernos en la ciudad. La presencia y calidad de las calles, ciclovías o veredas es crucial para garantizar una movilidad segura, placentera y eficiente.

A mediados del segundo semestre, en el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable llevamos a cabo una actividad práctica en las calles del centro de Concepción para evaluar las fortalezas y debilidades que enfrentan quienes se mueven en bicicleta. Esta experiencia nos permitió identificar varios problemas que afectan tanto a ciclistas como a usuarios de la bicicleta o de quienes caminen, las cuales no solo ocurren en Concepción, sino que en Santiago y muchas otras ciudades chilenas.

Gracias a investigaciones Fondecyt y a CEDEUS, hemos profundizado en los conflictos que enfrentan las personas que se desplazan en bicicletas, scooters y otros ciclos frente a vehículos motorizados como autos, buses, camiones, motocicletas e incluso peatones. La mayoría de estos conflictos rara vez se reportan porque no califican como accidentes, sino como «casi accidentes», entendidos como encuentros cercanos o situaciones incómodas que generan inseguridad, estrés o incluso miedo.

Los problemas son más graves cuando no hay ciclovías adecuadamente segregadas. En estos casos, los ciclistas se ven obligados a compartir la calzada con otros vehículos, enfrentando dilemas como: ¿me arriesgo a que un auto me adelante muy cerca andando por el centro de la calle o me muevo cerca de los autos estacionados con el riesgo que alguien abra la puerta  y me golpee? Estos dilemas no se resuelven simplemente usando las escasas ciclovías, ya que muchas son discontinuas, obligando a las personas a moverse de un lado a otro, exponiéndolas a nuevos riesgos. Esto pone de manifiesto una profunda desigualdad en la infraestructura vial, puesto que, mientras las calles para vehículos son continuas, las ciclovías a menudo no lo son.

La situación empeora cuando los ciclistas se alejan del centro de la ciudad, donde las ciclovías segregadas son aún más escasas y de peor calidad, complicando el desplazamiento de personas con niños o adultos mayores. Los casi accidentes son muchas veces aún más peligrosos y recurrentes en la periferia de la ciudad, muchas veces dejando huellas en las personas.  Así, muchos ciclistas terminan modificando sus rutas o incluso abandonando por completo moverse de manera activa, deteriorando no solo su salud física, sino que también la mental. Por eso, en este Día Nacional Sin Auto hacemos un llamado a mejorar las condiciones para que cada día más personas se muevan en bicicleta, en scooter o simplemente caminando en nuestras ciudades.