Ricardo Hurtubia sobre Ciclovía Alameda: “No es lo óptimo, pero lo perfecto es enemigo de lo bueno”

16 de diciembre/El investigador Cedeus fue entrevistado sobre la  nueva infraestructura que promete marcar un antes y un después para la movilidad ciclista en Santiago.

Cada vez se conocen más detalles sobre la nueva Ciclovía de la Alameda, donde especialistas y usuarios coinciden en la importancia de este avance, aunque aún queden desafíos pendientes.

Además de aportar una ruta más segura y central para ciclistas, también incorpora elementos que buscan mejorar la experiencia y dar cuenta de su impacto.

Entre ellas se encuentra un contador digital de ciclistas, para registrar en tiempo real el flujo diario de ciclistas. Una forma simple de conocer la cantidad de usuarios que transitan por este trayecto y el impacto que esta vía tiene en la movilidad.

Para los usuarios de la ciclovía, habrán señaléticas con distancias y conexiones hacia otras ciclovías de la ciudad, y también apoya pies metálicos, que ayudan a detenerse sin tener que bajarse necesariamente de la bicicleta.

Para facilitar los cruces desde el eje central hacia calles o ciclovías laterales, habrán semáforos con fases especiales.

“Como la ciclovía va por el centro, no se puede doblar de inmediato. Hay que definir bien los puntos de espera y la señalética para que sea intuitivo. En algunos casos, los semáforos tendrán fases especiales para eso”, explica Ricardo Hurtubia, investigador principal del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus).

«Tiene ventajas y dificultades»

Hurtubia ha estado al corriente del desarrollo de esta ciclovía y, aunque reconoce sus limitaciones, la evalúa positivamente.

“Tiene ventajas y dificultades. Técnicamente habría sido más fácil hacerla por el costado derecho de la calzada, porque eso facilita conectarse con otras ciclovías. Pero eso implicaba una obra mayor. No es lo óptimo, pero lo perfecto es enemigo de lo bueno, así que está bien”, indicó.

El investigador valoró positivamente el nivel de ejecución de la ciclovía, aunque advirtió que existen diferencias en el ancho a lo largo de su trazado. “En algunas partes está bien -el ancho es variable igual- pero en los tramos en que es unidireccional, pegada a cada costado del bandejón central, hay alguno en que es muy angosto y que adelantar va a ser un poquito peligroso, o sea, esa es mi preocupación”.

Pese a estas observaciones, no duda de que la ciclovía de la Alameda tendrá una alta aceptación. “Raya para la suma, es un súper aporte esta ciclovía”. De hecho, en mayo pasado realizó proyecciones a través de Ciclo-P, herramienta desarrollada en la Universidad Católica en el marco de un proyecto Fondef, que estiman una circulación cercana a las 200 bicicletas por hora en el horario punta de la mañana, cifra que el propio investigador califica como conservadora.

Reflexiones sobre su continuidad

Con la ciclovía prácticamente finalizada, surge además una reflexión sobre la continuidad del trazado. Para Ricardo, uno de los principales desafíos es completar la conexión hacia el oriente. “Esta ciclovía llega solo hasta Vicuña Mackenna. La continuación por Providencia y Apoquindo habría sido fantástica, como se contempló en algún momento con el proyecto Alameda-Providencia. Los equipos técnicos querían hacerlo, pero faltó apoyo político”, subrayó, recalcando la importancia de avanzar en una conectividad urbana continua y coherente.

Fuente: Revista Pedalea